El concejal de Obras Municipales, Javier Martínez, ha denunciado “las presuntas responsabilidades políticas y jurídicas por la destrucción de los posibles restos del origen de la ciudad”.
Martínez ha dado a conocer que “la Dirección General de Cultura alertó en mayo de 2015 de la destrucción de los restos arqueológicos encontrados en el solar donde se edificó el Centro de Mayores y de la actuación llevada a cabo sin informar a las autoridades autonómicas en materia de protección del patrimonio histórico”.
El edil hace referencia “al documento que consta en el expediente y que la actuación que podría tener consecuencias jurídicas y sobre la que exigió responsabilidades políticas inmediatas en la que fue concejal de Urbanismo responsable de esa actuación entre 2009 y 2010”.
Martínez señaló que “el equipo letrado del Ayuntamiento está revisando todo el expediente para determinar si existen posibles consecuencias penales de los responsables políticos y técnicos de aquella actuación”, señalando señaló directamente a la concejala de Urbanismo en ese periodo, María José Hernández, quien – a su juicio – “no ha dado las explicaciones pertinentes sobre lo ocurrido entre 2009 y 2010, fecha de construcción del Centro de Mayores”.
Estas obras, según viene denunciando el actual equipo de gobierno, pudo suponer la eliminación de los restos de yacimientos íberos, posiblemente el origen más remoto de la actual ciudad de Villena.
El documento
El documento del expediente está firmado por la titular de Dirección General de Cultura, Marta Alonso, con fecha del 12 de mayo de 2015. En este informe, que se emite una vez concluidas las obras del Centro de Mayores, afirma de manera expresa que “se han llevado a cabo actuaciones sin el conocimiento de este centro directivo (la Dirección General de Cultura). De esta manera, según informan los servicios técnicos, sin autorización o notificación previa se pasó de la excavación de los sondeos (…) a la excavación en extensión del solar”.
Y continúa con la afirmación de que “terminada la excavación, y al parecer bajo el criterio de la dirección facultativa de la obra, se procedió a continuar con las obras de rehabilitación y edificación para lo cual se eliminaron los restos inmuebles documentados, adscritos a épocas ibérica, bajomedieval, moderna y contemporánea, sin la autorización de este centro directivo”.
Un sótano que no constaba en el proyecto
Martínez ha explicado “la Dirección General de Cultura no pudo informar de algo que desconocía”, en referencia a la última modificación del proyecto en diciembre de 2010, en el que se incluyó la construcción de un sótano que no estaba previsto en el proyecto inicial y cuya incorporación supuso un incremento de la edificabilidad total de un 22%”.
Para Martínez “este sótano se construyó, según las estimaciones, afectando directamente a los yacimientos sobre los que no se tomó ninguna medida de protección o valorización alguna”.
