El Santuario de Santa María Magdalena seguirá cerrado al público y con su entorno perimetrado tras confirmarse la aparición de nuevas grietas en la torre izquierda. Un segundo informe pericial, realizado tras una inspección en altura durante las actuaciones de urgencia de los últimos días, advierte de un riesgo estructural grave que afecta al pináculo y compromete la estabilidad de la torre este.
El documento, fechado el 22 de diciembre, va más allá de lo detectado inicialmente mediante un vuelo con dron. Los técnicos describen fisuras de mayor severidad en el punto donde confluyen el orbe y la cruz que coronan la torre, apoyados sobre cuatro pilares que, según el informe, han sufrido un desplazamiento progresivo. La carga que soportan —superior a 920 kilos— estaría agravando una grieta “de considerable importancia” que continúa evolucionando.
La situación se vuelve especialmente delicada por el riesgo sísmico de la zona, un factor que los especialistas consideran determinante: pequeños movimientos podrían desencadenar la caída del pináculo, con peligro tanto para el exterior como para la cubierta y el interior del templo. Por todo ello, el informe califica el estado de la torre como de “extrema gravedad” y aconseja mantener el recinto cerrado hasta ejecutar una actuación de emergencia de mayor alcance.
Desde el Ayuntamiento se ha iniciado ya la tramitación administrativa para esa intervención. La responsable de Patrimonio Histórico, Geno Micó, ha trasladado su preocupación por el alcance de las patologías detectadas y ha confirmado que la propuesta técnica pasa por instalar un andamio perimetral, desmontar el pináculo y reconstruirlo posteriormente, recolocando el orbe y la cruz en el centro de gravedad de la torre. Se trata de una operación compleja que podría prolongarse durante varios meses.
El santuario permanece cerrado desde el pasado 3 de diciembre, cuando se localizaron las primeras grietas en el marco de un estudio sobre la viabilidad del órgano monumental de mármol que alberga el templo. Aquella intervención inicial —con eslingas y un mallazo protector— permitió acceder a zonas hasta entonces no visibles y destapar la magnitud real del problema estructural.
Construido entre 1918 y 1946 en lo alto del monte de La Mola, el Santuario de la Magdalena es el edificio religioso más emblemático de Novelda y uno de sus principales reclamos turísticos. Su cierre prolongado afecta tanto a la actividad cultural como a las visitas que recibe durante todo el año, a la espera de que las actuaciones previstas permitan garantizar la seguridad y preservar una de las señas de identidad del municipio.



